Erróneamente suele decirse que los bosques son el pulmón del mundo, pero esto no es así. Recordemos que el sistema respiratorio toma oxígeno y libera dióxido de carbono, por lo tanto, la fotosíntesis funciona como metáfora de un pulmón pero al revés.
Si queremos utilizar dicha comparación, en todo caso, habría que referirse a los mares. Específicamente a unos microorganismos llamados fitoplancton, ellos sí trabajan como lo hacen los pulmones. Lo sorprendente es que además son creadores de oxígeno, de hecho, producen más que todas las plantas terrestres juntas (Aguilera, 2019).
Las funciones que estos seres microscópicos cumplen en el planeta son alucinantes, ya que también combaten el calentamiento global. Durante su proceso de “respiración”, capturan 50 mil millones de toneladas de CO2 al año.
¿Qué pasa si se pierden los océanos?
Como tal es difícil que los mares y océanos desaparezcan del planeta. Lo que sí está pasando es que se ha visto reducida la cantidad de oxígeno que hay en ellos.
La causa es el aumento de la temperatura del agua, aunque también influye el exceso de nutrientes descargados al mar derivados de las actividades humanas. En pocas palabras, el fitoplancton se está muriendo (Carrere, 2019).
La llamada desoxigenación ya está reflejando sus consecuencias. Ha aumentado la mortandad masiva de peces y se registran cambios en la cadena alimentaria de las especies marinas.
Si la vida en los océanos se perdiera, sería la más grande de las catástrofes ecológicas. En primer lugar, comenzaría a pudrirse y a provocar un hedor insoportable. Además, emanaría gases tóxicos. Por si esto fuera poco, la superficie de las aguas se cubriría con una espesa costra de residuos orgánicos, lo que influiría en la evaporación, con lo cual se reducirían las lluvias.
¿Y los bosques para qué sirven?
Aunque los bosques en realidad no funcionan como pulmón del mundo, son muy importantes para la vida en el planeta.
En primer lugar, son la casa de más de 20 millones de seres vivos, regulan el agua, conservan el suelo y suministran muchísimos productos útiles como la madera, los frutos o las hierbas medicinales (Alonso, 2016).
Hace 10 mil años, los bosques ocupaban entre el 80 y el 90 por ciento de la superficie terrestre. A partir del último periodo glacial, ha habido una deforestación creciente y actualmente cubren entre un 25 y un 30 por ciento del planeta.
Curiosamente, si en los océanos se produce el oxígeno, en los bosques se acumula el agua. Funcionan como esponjas que colectan más de la mitad de la lluvia y después la regresan en forma de nubes o más lluvia.
Desgraciadamente, también están amenazados por la actividad humana.
¿Qué puedes hacer por el planeta?
Si bien el planeta enfrenta una de sus grandes amenazas, también es cierto que podemos ser la generación del cambio.
Es tarea de todos comprometernos en la preservación del medio ambiente a través de acciones como el reciclaje, el cuidado del agua y ejerciendo, en general, un consumo responsable.
Referencias bibliográficas:
Aguilera, C. (2 de septiembre de 2019). Conoce el verdadero pulmón de la tierra. El Universal. Recuperado de https://www.tangible-eluniversal.com.mx/conoce-el-verdadero-pulmon-de-la-tierra
Carrere, M. (31 de enero de 2019). El océano se ahoga: las zonas de bajo oxígeno se han expandido poniendo en riesgo la vida marina. Mongabay. Recuperado de https://es.mongabay.com/2019/01/oceanos-zonas-de-bajo-oxigeno-se-han-expandido-poniendo-en-riesgo-la-vida-marina/
Alonso, O. (21 de marzo de 2016). Estos son los pulmones del planeta. Quo. Recuperado de https://www.quo.es/naturaleza/g55024/bosques-del-mundo/
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